Los almacenes autoportantes son el medio más rentable para optimizar al máximo el espacio en altura gracias a que las estanterías, las cubiertas y los laterales forman un edificio cerrado. Estas instalaciones se calculan y diseñan a medida para las necesidades de cada cliente y pueden ser formadas por sistemas convencionales o automáticos.
Para el diseño de estos edificios es sumamente importante conocer las cargas a soportar y las fuerzas climatológicas de agua, viento, nieve y fuerzas físicas así como el grado de sismo en el lugar de la instalación.